lunes, 30 de marzo de 2009

La problemática de la inmigración y los recursos sociales






En apenas treinta años, España ha pasado de ser un país emisor de inmigrantes a ser receptor. Esto es debido a que en las últimas tres décadas la economía española ha experimentado un crecimiento bastante considerable, lo cual le ha llevado a ocupar un pues alto en las tablas del índice de desarrollo humano (IDH).
Hoy en día, la inmigración es un fenómeno de gran importancia tanto demográfica como económicamente. Aproximadamente el 11% de la población de España es de nacionalidad extranjera.
Las importantes diferencias económicas y las condiciones de vida favorables que no podrían tener en su país, son las motivaciones principales que incitan a todas estas personas a emigrar a España. Por otro lado, la cercanía que existe entre las costas del Magreb y la española junto con la similitud en la identidad cultural y lingüística con Iberoamérica, son otros factores que favorecen en su elección final.
Aunque podemos encontrar un número importantes de inmigrantes comunitarios, no voy a detenerme mucho en este punto, ya que estas personas no suelen tener, a excepción de la lengua, inconvenientes al llegar a nuestro país. A parte de que prácticamente gozan de los mismos derechos que un español, suele tratarse de personas jubiladas que vienen buscando un clima más cálido y rentabilizar sus ahorros, al mismo tiempo que disfrutan, prácticamente, de los mismos servicios que en su país; ellos no vienen huyendo de las miserias de sus lugares de origen.
En España se ha reconocido en varias ocasiones, antes de estallar la actual crisis, de la necesidad de contar con la mano de obra de los inmigrantes. Además, el envejecimiento de nuestra población también hace que sea importante la llegada de estos, ya que su índice de natalidad es mayor que el de los españoles. Por ello se multiplican cada vez más las ayudas a esta población, por parte de las instituciones públicas, fomentándose su acceso a los servicios sociales. Al mismo tiempo, comienzan a estructurarse y desarrollarse instituciones intermedias, como las CASI (Centros de Atención Social a los Inmigrantes) y se potencia la acción de otras agencias de integración como los sindicatos, las ONG, las asociaciones, o las redes de apoyo a los inmigrantes. Aunque es evidente que todavía queda muchísimo camino por recorrer y demasiados puntos por solucionar. Y es que, hoy por hoy, los inmigrantes siguen encontrándose con problemas que también sufren el resto de la población local, como es el poder encontrar un trabajo digno y estable o tener acceso a la vivienda. Es obvio que estos problemas aumentan considerablemente por el simple hecho de ser inmigrante y, más aún, aquellos que se encuentren en una situación irregular. Claramente están en una situación de desventaja con respecto a los demás ciudadanos.
También habría que hacer hincapié en la educación de sus hijos, ya que estos, posiblemente en su mayoría, pueden precisar de un esfuerzo pedagógico suplementario.
Para ir acabando, me gustaría hacer un especial énfasis en el drama que sufren todas aquellas personas que arriesgan sus vidas intentando llegar a las costas europeas a bordo de las llamadas “pateras”. Yo no soy un entendido en cuanto a cifras, recursos económicos ni todas esas terminologías que nos cuentan nuestros políticos cada vez que tratan el tema de la inmigración. Yo sólo entiendo y veo el sufrimiento, la angustia, la desesperación y las ilusiones truncadas de todas esas personas que cada día intentan cambiar su destino en busca de una vida digna que le dé alguna oportunidad. Y es que últimamente, cuando vemos o leemos noticias acerca de las desgracias que deja tras de sí la inmigración ya no nos inmutamos; casi ni nos cambia la expresión de la cara. Poco a poco nos vamos deshumanizando e insensibilizando. No somos consientes ni nos planteamos que detrás de esas personas, de esos seres humanos, hay sentimientos, una familia que los añora y que tiene puesta todas sus esperanzas en él o en ella… Desgraciadamente, poco a poco sólo vamos viendo cifras de muertos y desaparecidos vacías de cualquier emoción.
Los llamados países del “primer mundo” deberían de tener, en mi opinión, el deber moral de hacerse cargo de las situaciones que sufren todas estas personas, ya que, durante muchísimo tiempo nuestros gobiernos y nuestras multinacionales se han encargado de expoliar todos los recursos con los que cuentan estos países: petróleo, diamantes y demás materias primas... Con lo que han dejado sumidos a estos países en el caos y la pobreza extrema.
Pienso que la mejor solución para paliar esta desagradable realidad, aunque soy consciente de que es una utopía, sería la intervención directa en los países del tercer mundo. Es decir, atacar el problema en su origen, ayudando al desarrollo de sus economías.
Pero la cruda realidad es que esto no interesa, ya que para que haya ricos deben de existir los pobres.


Debemos de tener siempre presente que nuestros familiares también tuvieron que inmigrar cuando no contaban con ninguna oportunidad en España.


TU MUNDO DE LUZ


Relato ganador del primer concurso de relatos “inmigración, emigración e interculturalidad” de UGT.

(Autor/a: Pelagia)

Puedes abrazarme, puedes besarme, puedes hacer el amor conmigo pero ni siquiera conocerás mi nombre. Apenas hablo tu idioma pero sé perfectamente lo que quieres. Me acerco a ti y comienzo a desnudarme. En tu cara se dibuja una sonrisa torva y mellada. Con los ojos cerrados comienzas a restregarme las manos sudorosas por los hombros, por el cuello, por las mejillas. Te llevo hasta la cama y allí el día cubre la noche con un chasquido de pieles que se repite como gotas de una lluvia caprichosa en el desierto, sin demasiado sentido pero inevitable. Intento escudriñar tu rostro, ver más allá de estos ojos apretados y de esta boca entreabierta que se acerca a la mía con cada nueva embestida. Tu rostro. Es lo único que retengo de ti, un semblante macilento y extraño, extraño a pesar de que se parece al que vino anoche y que se parecerá al que venga mañana. Lo imagino entrando de puntillas a una alcoba con papel pintado en las paredes, acurrucándose junto al de una mujer que se finge dormida. En este cuarto sólo hay manchas de humedad y botellas vacías. Siento como tu mano avanza sobre el colchón y me agarra un pecho. Empiezas a hacerme daño con esa mano, la mano que acarició el pelo revoltoso de tus hijos esta mañana, la que estrechó la de un vecino ayer, la misma en la que llevas un anillo dorado. Tus manos. Dentro de esta habitación las manos no dejan calor, sólo un frío doloroso en el estómago y... dinero.

Puedes pegarme si quieres, también puedes gritarme, puedes intentar destrozarme las entrañas con tu hombría acomplejada pero seguiré sonriendo y tú nunca sabrás de dónde vengo, no conocerás el sol que me ha bronceado la piel, ni la tierra que hollaron mis pies por primera vez. La cama cruje debajo de nosotros como un pequeño bote que se estrella contra las rocas, una vez, y otra vez. Era un pequeño bote el que nos llevaba a tu mundo de luz, el que dejaba tras las olas un país mutilado por las guerras y por el hambre. Pero en realidad, sólo me acercaba a esta cárcel de yeso enmohecido. El mar se tragó al pequeño bote y así se vengó de nuestros sueños. Veo los trozos de madera y tres o cuatro cuerpos, tendidos sobre la arena, dormidos más allá de las fronteras de tierra y agua que tocamos con los dedos... yo nunca desperté en aquella playa sino debajo de vosotros, apretujada entre las sábanas sucias de una cama que cruje como el pequeño bote de esperanzas que naufragó a orillas de vuestro mundo de luz, el mundo que creéis haber comprado; como si se pudieran atesorar las nubes que cada día surcan el cielo... Compráis cosas que os compran a vosotros y compráis personas que no tienen otra cosa que vender más que a sí mismas. Ya no es mío este cuerpo que alquilo para otros y si dentro de él había algo más que vísceras, se lo vendí a un camello a cambio de unas horas fuera de esta habitación.

Sí, puedes fumar, puedes hacer cuanto quieras. Asiento con la cabeza. El juego consiste en eso. Todo lo que hay más allá de esa puerta por la que has entrado, a mí me está prohibido. Todo lo que está a este lado, a ti te está permitido. Dejas atrás tu mundo de luz y te adentras en el de las cosas invisibles, aquellas que porque no se ven no pueden existir, aquellas que porque no se ven escapan de lo moral o lo inmoral, aquellas de las que yo formo parte. Mis ojos coinciden por primera vez con tus ojos. Te das cuenta y me pegas un guantazo. ¿Qué has visto en ellos? Tu propia humillación, tu miedo a que los dos mundos se mezclen a través de una mirada. Olvidas que más allá de mis ojos no hay nada, que yo misma soy invisible, que el abismo aquí es tan profundo que tu mundo de luz no puede colarse a través de ninguna rendija. La luz. La luz resbalaba sobre los cuerpos de ébano que cubrían la arena, hinchados y sin vida a este otro lado del mar. Fue su espuma oscura la que arribó conmigo a esta habitación de besos negociados. Te pones de pie y tiras el cigarrillo al suelo. De espaldas a ti me atrevo a alzar los ojos. Te veo desnudo y pálido y te encuentro débil como un animal recién nacido. Ya no guardo piedad para mí, se fue con las lágrimas del principio, con el claro de luna que guardáis en diminutas bolsas de plástico. Recoges la ropa de una silla que hace las veces de mesita de noche y sin querer tiras una caja de preservativos al suelo. No has querido ponértelo. Guardo entre las piernas el calor que engendró a tus hijos pero no siento miedo. Mi vientre es un campo yermo, mi vientre sólo da frutos muertos desde la noche de las agujas y la enfermedad, una ventaja que gano a esta vida que no me pertenece. Dejas el dinero sobre la mesa y me levanto con rapidez para comprobar si es lo acordado. Murmuras algo y con un gesto de asco en la cara sales a tu mundo de luz, enseñando a los demás tu alma limpia de pecados visibles. Aquella tarde escapé de la sangre derramada de mi pueblo, de las tumbas junto al mar, de las sirenas y de los uniformes, pero me atrapó el miedo, el miedo a la luz mentirosa de tu mundo.

sábado, 7 de marzo de 2009

Comentario sobre algunos servicios sociales

Los servicios que voy a comentar hacen referencia a la memoria del Departamento de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Hondarribiko Udala.
Los tres servicios que más me han llamado la atención de todas las prestaciones que ofrece este departamento son los siguientes:
· El programa de atención jurídico-social “HELDU” para personas inmigrantes. Debido a su condición de irregulares, los inmigrantes pueden sufrir un riesgo de exclusión social. Además, tener que lidiar con la administración es muchas veces problemático hasta para los propios residentes. Por lo que creo que es un gran apoyo y una medida fundamental para intentar normalizar la situación de este colectivo.
http://gestiona.madrid.org/ofin_web/html/web/guia_recursos.htm?ESTADO_MENU=2 (Guía de de recursos para la inmigración).

· Las Estancias Temporales en Residencias para personas mayores atendidas habitualmente en familia, junto con el programa Sendian. Creo que ambos programas se complementan muy bien y cuentan con muchos recursos tanto para el dependiente como para sus familias.
Esta medida puede ayudar a prevenir posibles tensiones familiares que pueden surgir del desgaste que supone el lidiar el día a día de cada uno con el cuidado de un familiar dependiente.
http://www.madrid.org/cs/Satellite?c=CM_ConvocaPrestac_FA&cid=1109168956714&language=es&pagename=ComunidadMadrid%2FEstructura&pid=1109265444835&segmento=1 (Información sobre estancias temporales en la Comunidad de Madrid).

· Y, por último, las ayudas de Emergencia Social. Muchas familias se están viendo afectadas por la compleja situación económica que estamos viviendo. A muchas de estas familias les resulta más complicado hacer frente a ciertos gastos básicos. Esto lo podemos apreciar mejo en la tabla de gastos del departamento. Aquí vemos que esta subvención es de las más solicitadas y, una de las que más presupuesto gasta. Por lo que creo que la medida es muy acertada.
http://www.madrid.org/cs/Satellite?c=CM_Orden_BOCM&cid=1142499518700&idBoletin=1142499407241&idSeccion=1142499516636&language=es&pagename=Boletin%2FComunes%2FPresentacion%2FBOCM_popUpOrden (Información sobre ayudas de emergencia social de la Comunidad de Madrid).